Saturday, September 3, 2011

Escudriñar las escrituras.

"Familiarícense con las lecciones que se enseñan en las Escrituras… Estúdienlas como si les hablaran a ustedes, porque así es”. - Presidente Tomas S. Monson

Desde antes de empezar mi mision, me encantaba leer en las escrituras. Pero de verdad, no leia mucho como podia o debiera. Pero recuerdo cuanto gozo, paz y consuelo encontraba cada vez que lei.

Al estar aqui serviendo una mision me ha enseñado otra vez la importancia de las Escrituras en cada una de nuestras vidas. Cada mañana durante una hora, estuido de las Escrituras. Busco dentro de sus paginas en busca de respuestas, no a mis preguntas esta vez, pero para los demás. Encuentro la paz y el gozo y siento un gran sentido de la guia del Espiritu Santo de mi Padre Celestial. Y como Yo hice en mi juventud encuentro las repuestas a preguntas que no sabía que existían. He aprendido que cualquier pregunta en la vida puede ser contestada a través de las escrituras, especialmente El Libro de Mormón y la oración.

Más que todo lo que he ganado es un amor más grande de las verdades restauradas del Evangelio Restaurado de Jesucristo. Tantas verdades marvillosas se perdieron pero con el bendicion del Libro de Mormón , encontramos repuestas más clara a las preguntas de nuestras almas. Cualquier duda, cualquier pregunta, cualquier preocupación, se puede resolver o contestado al escudriñar en sus paginas y luego ir a nuestro Padre Celestial en oración.

Cuando Jesucristo visitó la gente aquí en las Américas antiguas despues de su resurrección, les mandó a escudriñar las escrituras, para estuidarlas.
Y les dijo:

  "Y he aquí, ahora os digo que debéis escudriñar estas cosas. Sí, un mandamiento os doy de que escudriñéis estas cosas diligentemente... Y quienes escuchen mis palabras, y se arrepientan y sean bautizados, se salvarán. Escudriñad los profetas porque muchos son los que testifican de estas cosas."
3 Nefi 23:1,5 


Yo sé que a través de un estudio diligente de las Escrituras que cada uno puede encontrar muchas bendiciones, y la mayor de todas estas bendiciones es la que podemos encontrar el camino de regreso a nuestro Padre Celestial y vivir con él para siempre.

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